El INGESA se une al ‘Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario’ con un comunicado de rechazo a la violencia

23 de marzo de 2011. El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) se une al ‘Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario’, que se celebra el 23 de marzo en todo el país. El INGESA aprovecha la ocasión para condenar los actos violentos dirigidos a los profesionales sanitarios, así como para concienciar a todos los profesionales y al resto de la población de la importancia de promover la unión de todos para poner fin a esta lacra.

El día 23 de marzo ha sido la fecha escogida por el Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM) para llamar la atención sobre las agresiones en el ámbito sanitario. La celebración de este día culminará con la lectura pública, en la sede de la Organización Médica Colegial, de un manifiesto contra la violencia en dicho ámbito. En este sentido, el INGESA se une al resto de instituciones y profesionales implicados para luchar contra la violencia y en favor del fortalecimiento de un espacio idóneo para la realización de la labor asistencial propia del personal sanitario.

La violencia en el lugar de trabajo atenta contra la dignidad y los derechos de los trabajadores, pero también es una amenaza a la eficiencia y el éxito de cualquier organización, de manera muy particular en las organizaciones sanitarias. Consciente de ello, el INGESA ha implementado los Planes de prevención y atención frente a situaciones conflictivas, con el objetivo de prevenir las situaciones de riesgo, reaccionar convenientemente ante una agresión y tratar de forma adecuada las consecuencias derivadas de su producción.

Desde el punto de vista organizativo, cuando ocurre una situación de agresión, los hechos son inmediatamente comunicados al responsable del centro, coordinador o jefe de unidad, quienes, previamente a la elaboración de un informe escrito sobre los hechos, informan al Gerente de Atención Sanitaria.

Las medidas que ha implantado el INGESA para hacer frente a las agresiones se articulan en cinco ejes, en orden a la protección, orientación, asesoramiento y asistencia sanitaria y jurídica, de los profesionales.

• En primer lugar, con medidas de capacitación y desarrollo de las competencias profesionales, mediante la inclusión de actividades formativas dirigidas a dotar a los profesionales de técnicas en comunicación que mejoren la interacción con los usuarios y familiares y faciliten el desarrollo de habilidades para el control de situaciones de conflicto.

• En segundo lugar, adecuando las infraestructuras e inmuebles, mediante el diseño de salas de espera y espacios públicos comunes más agradables (control de la climatización, iluminación adecuada y mobiliario confortable), estableciendo sistemas de videovigilancia en accesos y zonas comunes e instalando sistemas de alarma y/o de comunicación eficaces en consultas y despachos.

• Implementando medidas relativas a la organización del trabajo, tales como mejorar el sistema de citaciones y la accesibilidad a los centros sanitarios o proporcionando una información eficaz a los pacientes y familiares, evitando generar situaciones de incertidumbre.

• Asistencia médica al profesional que haya sufrido una agresión, incluyendo el correspondiente parte de lesiones, no sólo en los supuestos de lesiones físicas sino también cuando se produzca cualquier alteración o menoscabo psíquico. Para ello el INGESA pone a disposición de las víctimas por agresión los servicios de apoyo médico y psicológico que necesite el profesional agredido.

• Asesoría jurídica y asistencia letrada: En todos los casos de delitos y faltas perseguibles de oficio, el INGESA formula la correspondiente denuncia y un letrado del INGESA asiste jurídicamente al profesional durante todo el proceso judicial. En este sentido, habría que recordar que esta institución ha sido pionera en la consideración de las agresiones al personal sanitario como atentados y no como falta leve, algo que se lleva intentando desde hace tiempo en el conjunto del sistema sanitario español. Más concretamente, Ceuta ha sido la primera ciudad donde se ha logrado y existen tres sentencias de atentado con resultado de cárcel para el agresor. 

Además de contar con este protocolo de actuación al servicio de su personal, el INGESA, dentro de esta intolerancia a las agresiones a sanitarios, sigue fomentando la máxima seguridad en sus centros, con un incremento de la partida presupuestaria destinada a este ámbito, incidiendo en la mejora del sistema de seguridad físico (vigilantes) y tecnológico (cámaras, alarmas anti-intrusión, alarmas contra incendios…)

Por último, destacar que el INGESA no hace un llamamiento público en repulsa de este tipo de agresiones sin predicar con el ejemplo, sino que está totalmente involucrada con este fin. Un ejemplo muy reciente fue su participación en la Primera Mesa de Trabajo sobre la Prevención de Agresiones a Profesionales Sanitarios en España, que se celebró en Madrid el pasado 3 de marzo y que contó con la presencia del Subdirector General de Asistencia Sanitaria del INGESA, Francisco de Asís-Jove.

Melilla

En este sentido, a finales de diciembre del pasado año los profesionales de la sanidad del Área de Salud de Melilla participaron en el "Taller de entrenamiento en habilidades sociales para la prevención y el manejo de agresiones de usuarios de los centros sanitarios" que se celebró en el IV Centro de Salud, dentro del concierto existente entre el Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA) y la Escuela Andaluza de Salud Pública y se encuadra en el Programa de Formación Continuada del Área de Salud de Melilla, financiado por el Instituto Nacional de Administraciones Públicas (INAP).

Este taller, que tuvo como docente al profesor titular de Psicología Social de la Universidad de Granada Jerónimo Barranco Navarro, estuvo dirigido a profesionales de los servicios sanitarios, socio-sanitarios y asociaciones, cuyo trabajo suponga la relación con pacientes o familiares y, en especial, puedan tener situaciones de especial demanda psicológica o conflicto relacional. 

El objetivo general del taller fue que los participantes desarrollen habilidades y técnicas para prevenir y afrontar con mayores garantías de éxito las situaciones conflictivas en la relación con los usuarios con los que se relacionan por razones de su trabajo.