
Si quieres broncearte en esta piscina, te tiene que gustar la altura, porque hay que subir al Piso 55 del Hotel Marina Bay Sands, en la ciudad de Singapur.
Nadar en el borde no es tan arriesgado como parece, porque el agua que se desborda es recogida por una especie de canal, donde es bombeada de nuevo a la piscina.




Esto debe de ser una pasada, estar en el mismo borde de la piscina y mirar los edificios desde esta perspectiva, como si nadáramos en el mismo cielo, a más de uno le seria imposible, por eso tal vez esta pareja ha optado por dar la espalda a la ciudad.
Esta buenisimo .. me encanto el luegar algun dia ire por alla (:
ResponderEliminarEsto es increible no se compara con ninguno otro.. Gosteii demais !!!
ResponderEliminarDisfrutar de una piscina de hotel como esta es un placer, pero requiere un mantenimiento adecuado y estar construida con materiales de calidad para garantizar la seguridad y la satisfacción de los huéspedes.
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