La actuación sobre la zona crea, además, una nueva playa de más de 200 metros de longitud en la Alcazaba y un paseo marítimo de 1.400 metros
La Ciudad Autónoma se deberá hacer cargo del mantenimiento y limpieza de las nuevas playas que serán cedidas por el Gobierno de España para el uso y disfrute de los melillenses
El Gobierno de Imbroda no puede alegar desconocimiento sobre la cesión de las playas, como lo atestigua el escrito remitido por el Ministerio de Medio el pasado mes de abril.
Las obras de ordenación y acceso a la playa de Horcas Coloradas estarán acabadas la próxima semana, según ha señalado esta mañana en rueda de prensa el director del área funcional de Fomento, Juan Pedro Arana, quien ha afirmado que con esta actuación se ha sustituido una escombrera por una nueva zona de ocio con playas abiertas al mar que, a partir de este verano, estarán a disposición de todos los ciudadanos. Un espacio, hasta ahora desconocido para la mayoría de los melillenses, al que podrán acceder en breve a través de fáciles y cómodos accesos tras una fuerte inversión del Gobierno de España que ha dedicado a este importante proyecto de 18 millones de euros.
Las obras han permitido crear “un nuevo paseo marítimo a mar abierto, distinto al que tenemos ahora, que da a una bahía cerrada”, ha recordado Arana, quien define este paseo como “moderno, con instalaciones y mobiliario urbano adecuado al entorno, de gran calidad y respeto máximo al medio ambiente”.
Las obras han permitido recuperar 900 metros de playa en Horcas Coloradas y crear una nueva cala de más de 200 metros a la altura de la Alcazaba. Si es cierto, ha indicado Arana, que la playa de Horcas estará afectada por una zona de seguridad, que incide sobre una extensión de 400 metros, debido a la proximidad del conocido polvorín de Horcas en la cima de los acantilados, que no tiene por qué desvirtuar este gran proyecto de regeneración del litoral y acondicionamiento del lugar que ha acabado con el deterioro del lugar, acabando con el vertido incontrolado de vertidos.
Respuesta a la Ciudad Autónoma
El director del área funcional de Medio Ambiente está convencido de que estos proyectos supondrán una gran satisfacción para todos los ciudadanos. Una alegría, ha añadido, que debería compartir el Gobierno de la Ciudad Autónoma que hasta ahora, “sólo parece preocupado en buscar confrontación, poniéndole pegas menores a unos proyectos de gran envergadura y gran trascendencia”. Al hilo de esto, ha destacado que el Gobierno de España prima siempre el bienestar de los ciudadanos por encima siempre de cualquier confrontación política, recordando que esta solución ha sido la mejor posible para recuperar para Melilla una zona desconocida.
Ante las declaraciones efectuadas por miembros del Gobierno local, Arana ha querido puntualizar algunos aspectos:
Primero: Que la Ciudad Autónoma no puede alegar desconocimiento alguno de la zona de utilización de la playa porque el tramo de seguridad que obliga a la reducción de la extensión era conocida desde el comienzo de las obras por el propio Gobierno de Melilla que sabe de la existencia de este polvorín desde siempre y, parece lógico, explica, respetar esta zona establecida por el Ministerio de Defensa. Añade que el proyecto que tenía diseñado el PP para esta parte de la costa, y que tanto defiende ahora Imbroda, a pesar de que no lo llevó a cabo en sus ocho años de Gobierno, también estaba afectado por esta zona de seguridad.
Segundo: El Ministerio de Medio Ambiente envió el pasado mes de abril al Ejecutivo de Imbroda (Consejería de Medio Ambiente) un plano del detalle final de las obras para que pudiera ubicar los servicios municipales que son de su competencia y proceder a los planes de mantenimiento de las playas. En este sentido, hay que especificar que aspectos tales como la iluminación, el alcantarillado o el suministro de agua, son servicios que le competen, única y exclusivamente a la Administración Local.
Estos extremos fueron recordados en una carta dirigida a la Consejería de Medio Ambiente fechada el pasado 15 de abril, carta que ha sido repartida a los medios de comunicación que han acudido a la rueda de prensa.
Por último, para Juan Pedro Arana lo verdaderamente importante, “es que hemos recuperado una zona totalmente degradada e inaccesible que va a ser un descubrimiento para Melilla, independientemente de que podamos o no utilizar 500 metros más de playa”. Con este proyecto, finaliza, los melillenses dispondrán en unos días de una nueva zona de ocio, para bañarse, tomar el sol, pescar y pasear por un espacio abierto completamente al mar.
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