jueves, 10 de febrero de 2011

¡Vaya corte, ortográficamente hablando!


Esta mañana, en inicio de la segunda sesión, Lengua española, Lengua castellana, Lengua hispana, o como dicen mis diablillos, “Lenguaje”, el chiste espontáneo por insistencia contado: que no te preocupes profe, que si dudas entre si es un “vispa” o una beja, bicho namá”. Explicaba todo serio “moi”, perdón, yo ( influencias y recuerdos de nuestra querida  Srta. Añora), explicaba las normas del correcto uso del guión-guion a final de línea escrita en papelamen, cuando al escribir guión como toda la vida, un listo y buena persona me llamaba a reciclarme por actualidad versada, bien empollada, “que no maestro, que no, que ahora según la RAE se escribirá sin tilde diacrítica o acento gráfico” pues él, dudaba en seleccionar término acorde. Y recordé, mesándome  la barba y poniéndome interesante y con los ojillos  por encima de las gafas por renovar, diciéndole y dándole razones y mi enhorabuena por su interés y aportación.
Pero claro, uno tiene su orgullo y para quedar como el más listo de la clase pues soy su guía, argumenté con voz controlada y tonos bajos, que al día de hoy os podíamos permitir esa licencia, hasta que no aparezca en los textos  por nueva edición. Oye, que quedé bien y salí del paso...pero es que el jodidillo no daba por cerrada la situación, que sabía más, que  la “y” ahora ye, recordándome el repetido himno de años mozo, lo de la chica yeyé( lo del acento final lo escribo con dudas, prometo a consultar), que si la b alta, la be ahora, la v,uve, el abecedario  perdiendo dos letras “ dobles”, ch de chocolate y ll de “yo mal escrito”, que si...vaya con el elemento, se lo sabía todo y dándoles razones, casi me tuve que inclinar reverencialmente ante tanto pasteleo con la RAE. Tenía toda la razón el mocosillo ante una clase alucinada, a boca  medio abierta por tanta oficialidad en el tema, ¡qué carajo!.
 Y claro está, saltó mi rebeldillo despistado, que me preguntó ¡ en qué página estamos buscándola en el libro de Cono, diciéndome que en la 103 no venía lo del guion ( ya me voy acostumbrando) y de rebote, una vez reconducido a que bajase de su estrella preferida, nos expresó él gozoso, que en el ordenador, naa de naa, que cuando se llegaba a fin de línea, ¡caña!, como me acaba de pasar, que ella solita se pasa a la siguiente, dejándonos de monsergas y normas tan complejas ( para sus neuronas visitantes estelares).
 Bueno , que nos reímos un rato, que nos lo podemos permitir, que todo no es atención mil, que así también se aprende, saltándonos la concreta y objetivada programación. Es cuestión de aprovechar los momentos, entender que todos tienen su ocasión y protagonismo, sintiéndonos un equipo por momentos, de difícil sentimiento  a expresar con palabras escritas. Son momentos mágicos, gotitas de satisfacción en el duro y necesario trasiego escolar. Por esto y muchas cosas más, vale la pena, así lo creo.
Hemos acordado no esperar a la edición de los libros, a aprenderlas y ponerlas en práctica desde ya, y ha salido de ellos, y me ha parecido bien. En consecuencia aquí me ven acabando y preparándome en el orden siguiente de prioridades a hacerles unos apuntes, a repartir en próxima ocasión, ante tanta devoción y buen royo manifestado. Son mi proyecto cercano, son la repera, pero me los quiero un montón. Hasta otra, chicos.
Pedro Gallardo
Ciudadano

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