No, no crean que me voy a inspirar en la obra de Víctor, de Víctor Hugo. Me mueve expresar que “aquellos que aprovechan las estrecheces humanas ,las miserias , para provecho propio, son , miserables que no reconocen su falso hacer benefactor”, y como el PODER corrompe, es fácil y necesario llevarlo a efecto, disfrazado de necesidades por corregir, sensibilidades para con mi prójimo, mezclando realidades de sustento con falsos aprovechados, que se venden como Esaú, rindiendo pleitesía y favores a quien asigna y ejecuta, pernadas indulgentes.
Algunos suelen darse la mano en los finales de misa, un abrazo de más en los encuentros de calle o cafetería, una sonrisa forzada y mantenida, unos segundos de mano entrelazada, mostrando agradecimiento por el bien conseguido y el don materializado, siendo habitual en ellos, esa despedida del “hasta pronto y no te olvides de aquello”.
El otro día me encontré a uno que me saludó, diciéndome que si pudiera, me fusilaría. Así de corto fue el mensaje, pues mis escritos le revolvían su mala bilis, ejemplar demócrata, al que no le hago ni puñetero caso, sirviéndome de aliciente para seguir denunciando mezquindades y dóciles enchaquetados. Miseria, miseria mental, cortedad, ruindad de la que no se puede deshacer,¡ pobre, pobre exprócer !.
A él, a semejante agradecido, le gustaría polemizar, hacerse ver, pero yo no suelo relacionarme con anónimos serviles del régimen de los feudales de turno, pues pláceme el contacto con la plebe , donde me siento menos miserable, más digno y acorde con mi opción libre, vinito y queso de complemento, y ¡ en chándal tú, la mar de cómodo !, gratificante.
Y es que hay quien no busca el bien o el mal, actuando por el “todo vale”, si así tengo contento a mi dueño, y son así de infelices no reconociéndose, puede que por posos de vergüenza adormecida, traicionando eslabones ya perdidos.
Y es que como nos dijo Groucho “ partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de miseria”, siendo el problema serlo sin reconocernos, ante tanta adulación, peloteo y sumisión, calentarnos las orejas, en el hoy me sirvas y mañana si es preciso, te cambio...¡ grandezas o debilidades humanas !.
Gallardo, ¿ me permites una pregunta que me rula tiempo ha?, como no, hágala, realice su agradable hostigamiento. ¿ Es que acaso en nuestra Melilla, florecen estos míseros mundanos ?. Por respuesta, evidente que sí, aunque el Régimen priorice, venderlo como menesteres y aplicar políticas de bienestar, queriendo quedar diluidos aquellos que lo hacen para individual beneficio, con dispendios y vilezas, de las que solo conocemos la punta del iceberg, pues tienen tanta cara y facilidad en justificar lo injustificable...
“Nunca podremos huir de la miseria que está dentro de nosotros”, ¿ eh, Golden ?. Así es, Gallardo. No se, no se, en otra, seguiremos polemizando, civilizadamente. Y es que sigo pensando que si queremos podemos intentar, reconociendo errores y favores, sacarla de nuestros hábitos, volviendo a intentar reconocernos en nuestro espejo, ese que nos acompaña cuando nos afeitamos o queremos vernos más, guapos, con movimiento de cuello y cejas de lado a lado, viéndonos como menos, interesantes, algunos incluso resultones o –as, por lo de la cuota de representatividad. Oye, y que de fondo final de acompañamiento, dudo entre escuchar “ il miserere” o a León Gieco, en su “informe de la situación”, anclado en el tiempo, donde toma protagonismo la imperante decrepitud de los que por disponer de poder material, creen alcanzar la gloria, abstrayéndose de que volatizados en cenizas o enterrados, consiguen su auténtica igualdad, por mucho que adornen la tumba o bien agenciado, obelisco. El final, pone a cada uno en su sitio, sin diferencias.
Pedro Gallardo
Ciudadano
El feo, ataca de nuevo...ja,ja,ja!!!
ResponderEliminarPere Tolck, amigo interior, yeyendo " El bello,el feo y la bestia"
Saludos
Ay Gallardo... Sigues tan gañán. Sabes usar el word. Te adoro.
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