Crisol de culturas y religiones, la europeísta y cristiana, la bereber y musulmana, la hebrea-sefardí y el Talmud, la hindú y Shiva y El Dawali entre otros. Menos se suele hablar y referir a la cultura gitana pero aquí los tenemos, acordándonos de ellos en determinados eventos, en escasos momentos reclamados.
Socioeconómicamente la cosa cambia, opulentos en minoría, clase media activa y desempleada, y los currantes de cada mañana y de paro o no, remunerado hasta Febrero.
La ciudad con la tasa de paro más alta de España, una tasa de paro juvenil de altísimo dato porcentual, las mujeres las menos favorecidas. El índice de fracaso escolar techo y con diferencia, un puerto a la cola en generación de recursos, una prospección laboral en un tejido productivo y potencialidades de desarrollo pendiente de estudio serio y por el que guiarnos.
Respondemos con evasivas, demandando más a la flácida teta del Central, a una UE que reparte la tarta cada vez más exigua entre más miembros nada boyantes; planes de empleo para ir saliendo sin orientación clara profesional que te enraice en el terruño; cursos de formación ocupacional para estar ocupados y justificar las prebendas; un comercio resistencial y resentido por este panorama de desolación y pérdida del Norte.
Melilla africana, Melilla fronteriza, sin pesca artesanal y cada vez más elitista y náutica, con mezquita marroquí a lo “Treviño” en suelo patrio, con un hospital sobrepasado en la atención, con tanto y tanto, que la hace especial, genuina, diferente, en lo alegre y lo amargo. Ciudad autónoma o autonomía en parte de las competencias por Estatuto inconcluso en la práctica. Melilla ocupada para Marruecos, ese vecino del doble discurso que se aclara cuando hay “raska”, y en la que hay melillenses españoles, melillenses y aspirantes a su marroquinidad y a su reconocimiento como libertadores del mandato de Estopiñán.
Melilla del levante y del poniente, del dicho y del hecho, de cada vez menos rubios. Melilla que concede a casi la mitad de la población sus derechos hace 25 años y a los que se les reprocha sus deseos de “normalidad”en todo, incluso en el sentido de las palabras y la mirada franca por sentida.
Y para esta realidad, para esta Melilla presente , el mensaje de “priorizar las personas”, sin división, sin exclusión, teniéndolo más llevadero los que se apuntan y tocan al redil, los que adquieren el débito, pagándose discriminación por no dóciles en trabajitos, vales de alimento o lo que les aplane el sustento. Que la pobreza, la marginalidad nos sirvan para dar sentido al "estado de beneficencia benefactora políticamente correcta y cristiana por herencia de los siglos”, que aquí campeo yo y mis nobles allegados, el conmigo contra mí como bandera y hacer patria popular.
Y el tiempo pondrá a cada uno en su sitio, pudiendo orientar, aspirar, soñar, pero imponiéndose la fuerza imparable de quienes tengan más arraigo, al margen del temporal beneficio y privilegio auto otorgado. Algunos no lo veremos, para suerte, desgracia o remordimiento.
Melilla por construir, inacabada, crisol de GENTES.
Pedro Gallardo
Ciudadano
Ole, ole y ole. Que palabras mas acogedoras de un melillense!
ResponderEliminarUn saludo!