sábado, 4 de diciembre de 2010

UN MAL DÍA… Y HASTA OTRA


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El pasado sábado 27 de noviembre se cerró el telón y con él se desvanecieron muchos meses de ensayos y horas de trabajo, de sesiones interminables al ordenador, de recorrer las calles buscando apoyos, de incontables viajes a la ferretería… Por unas semanas, nuestras vidas han estado vueltas de pies a cabeza. Cada uno de los casi treinta que componemos el grupo de teatro, no ha disfrutado de más tiempo libre que el que pudiera otorgarle su trabajo o las obligadas horas de sueño. Hemos ensayado, comido y cenado juntos. Hemos tenido problemas…y los hemos solucionado, han surgido malentendidos…y los hemos aclarado, nos hemos apoyado mucho, muchísimo el uno en el otro, hemos sabido prestar nuestro hombro a quien lo necesitaba y le hemos escuchado.
Pero por encima de todo, sin lugar a dudas, nos hemos divertido, hemos reído y lo hemos pasado endiabladamente bien. No había ensayo que no fuera interrumpido por cualquier parida nuestra, las bromas se sucedían una tras otra hasta un total de cinco por escena… ¿de cuántas?...No hombre no, aquí no. La comunión entre todos ha sido asombrosa y sorprendente, porque muchos de los que han participado por primera vez, han encajado de tal modo que parece muy difícil creer que nos conozcamos desde hace menos de un año.
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No obstante, una vez acabado todo, cabría hecerse la siguiente pregunta: realmente ¿ha merecido la pena? La respuesta no deja lugar a dudas, sin vacilar un solo segundo, sí. Las risas del respetable, los aplausos que interrumpían escenas y nos obligaban a mantener silencios no ensayados (benditos silencios), las felicitaciones y los mensajes animándonos a comenzar ya un nuevo proyecto, compensan con creces las peripecias que hayamos podido pasar para llegar hasta aquí. A todos nos ha desbordado la reacción del público melillense. Por eso no podemos dejar pasar la oportunidad de decirles: GRACIAS. Gracias por la fantástica acogida que se ha dado a “Un Mal Día”, que nació con la única pretensión de entretener y, a tenor de lo vivido el pasado fin de semana, parece que ha cumplido su objetivo.
Sin más, con el vivo recuerdo de los aplausos y el impulso de las muchas felicitaciones, nos despedimos anunciándoles que la Agrupación Teatral Enrique Soler, ahora con más convicción que nunca, seguirá haciendo teatro en Melilla y para los melillenses. Les deseamos “un buen día” y hasta otra.

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