
Aberración extrema, comportamiento de un o una salvaje total, incult@, anonima que deja firmado su fatal obra de daño en una sociedad que no le corresponde y que debería estar apartada de ella como un animal salvaje, que enturbia el buen hacer de la ciudad seguramente con la gran escusa de ser menor de edad, y yo me pregunto ¡hasta cuando!, tendremos que soportar estos abuso extremos totalmente incontrolables que quedan impune por falta de una ley dura que ponga las cosas en su sitio. Ayer sentí verdadero asco, repugnancia e impotencia al ver como esta escultura de un personaje de Melilla en pleno centro de la ciudad, era pintorreada y escupida en la cara sin ningún miramiento, ¿que hubiese pasado? si un viandante coge infraganti al autor o autora de semejante fechoría y le parte la cara como bien se lo hubiese ganado a pulso, seguramente estaría en libertad con cargo y pendiente de juicio por pegarle a un menor, y claro está, ahorrando para pagar una buena multa en el mejor de los casos. ¡Donde está el limite!
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