Panamá, Parque Nacional de Chagres

Existe otra dimensión de lo entendemos por turismo, este es el nuevo turismo ecológico en zonas a la nunca habríamos podido ni imaginar pasar unos días junto a unos indios de una tribu perdida en una selva que de no ser por estas opciones habrían desaparecido por la falta de recurso económicos, hablamos en concreto de la zona del Parque Nacional del Chagres, en Panamá.

Tribu Ember, ataviado para uno de los bailes tradicionales con sus pinturas en forma de tatuajes recibiendo a los turistas que los integrarán como miembro de su propia tribu

Grupo de músicos donde los jóvenes van haciendo el relevo a los mayores para que no se pierdan las tradiciones

Es un pueblo que su recurso principal es la pesquera que les proporciona el mismo río Chagres, aunque cada vez es más el turismo ecológico el que proporciona riqueza en la tribu, no pudiendo ser un turismo masivo porque el principal objetivo es el estado de conservación de los bosque de humedales

Podemos ver en el río los cayas que van propulsados con modernos motores fuera borda y recorren largas distancias para trasladas al personal de un lado para otro, los mismos que dedican a la pesca y al transporte de mercancias

Y al final del viaje con un tatuaje a modo de brazalete hace recordar esos días inolvidable en un lugar diferente donde la única preocupación es ver que nos depara las horas siguientes, apartado de toda civilización y asfalto dejando la ropa en un segundo termino y la mente abierta a nuevas experiencias y culturas tan distantes de las nuestras que más de uno se ha planteado su existencia en esta parte del mundo donde todo son prisas necesidades creadas y el poder del dinero

Regresas con la piel morena te incorporas al trabajo con una gran sonrisa y la mente ida como si todavía te encontrara entre los indios que te acogieron y te llenaron de objetos decorativos artesanos que no sabes donde poner en la casa y otros más de souvenir que colocas en el lugar de trabajo y que todo el mundo te pregunta ¡que del viajecito! y uno se desvive en contar las peripecias y eso si que no falte el detalle de lo que por aquellos lugares se podía beber y le enseñas tu imán con las típicas cervezas y ron añejo de la zona

Al final haces de estos objetos un verdadero fetiche de recordatorio para que pase pronto el año y empezar a proyectar un nuevo viaje pero eso sí al lado opuesto del mundo a seguir conociendo a nuestros hermanos latinos

Pero al final algún pijo de los que estuvo en otra ocasión no lo pudo resistir y se llevo la tapadera del W.C.para hacer esos momentos un poco más confortable

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