¡Vente pa España Pepe!

¡Vente pa España Pepe! era un eslogan en los tiempos de los inmigrante españoles, hoy en día si quieres ir a la Península ibérica, procura que no sea en barco, o te pasará lo que me ocurrió ayer no sólo a mi, sino a todos los que nos desplazábamos a Málaga, de momento los de la ventanilla de la tarjeta de embarque no avisan de que el barco llega con dos horas de retraso, con lo cual uno confiado sube al anden de embarque y una vez allí, nos enteramos que el barco no había llegado todavía al puerto de Melilla, cuando lo consultamos con el personal que estacionan los vehículos nos dicen que si queremos podíamos salir y volver más tarde, como la cola se estaba moviendo, pensábamos que estaba la gente saliendo del corral de cabra en que nos meten, pero mi sorpresa fue cuando llegué a la rampa de salida nos paran para pasar al perro de antidroga y nos dice el Guardia Civil que de allí no sale nadie, ni en coche ni andando, pero si el barco no está ni en Melilla, comenté, lo siento caballero me dijo muy amablemente pero de aquí no se puede salir, un matrimonio mayor que había venido a una boda, el señor tenía asma y lo estaba pasando muy mal, comentaba en voz alta, que me esperen, que me esperen, después de lo que me han costado los billetes, tienen el número uno para que yo vuelva a esta ciudad y mi propaganda será terrible. Tomen nota todos, no sólo Mateo, a Melilla no se vienen de turismo porque tratan a las personas como auténticos borregos y luego nos limitamos a criticar el puerto de Málaga, ¿pero quien arregla el puerto de Melilla?, lo más grave no es que saliéramos a las dos de la madrugada, es que el barco con la buena noche de travesía no ha hecho ni el más mínimo esfuerzo por adelantar un poco el retraso y cuando hemos llegado a Málaga las 09:45, los enlaces del tren y autobuses ya se habían perdido y hasta la 15:00 horas no hay otra posibilidad. A JODERSE TOCA, comienza uno las vacaciones con buen pié. Sólo me queda por calificar de VERGÜENZA, lo que sucede en nuestra ciudad, pero pasa esto porque no hay otra alternativa de transporte, y en Melilla la única alternativa que nos queda es la de los votos, pero por el momento estamos lejos de que alguien se preocupe por sus ciudadanos.

Que buen sitio para tener dos horas encerrado a niños pequeños, ancianos, personas mayores y otros que estando en perfecto estado, al cabo de dos horas ya no lo estaban tanto.