Nuevos descubrimientos sobre la muerte de Benito López Franco, el quinto de Cetina al que Melilla venera como un santo
En su lecho de muerte, Alfredo Marrueco confiesa a Gregorio Gil su secreto .
Gregorio Gil cuenta por escrito lo que le contó Alfredo sobre la muerte de Benito .
Benito no murió ahorcado sino de una paliza que le rompió la cabeza y un brazo
Por Juan Dominguez LasierraGregorio Gil cuenta por escrito lo que le contó Alfredo sobre la muerte de Benito .
Benito no murió ahorcado sino de una paliza que le rompió la cabeza y un brazo
Melilla está revuelta. Me lo dice Pepe Marqués, que en realidad es el que más revuelto está.
--¡Sabes que se ha descubierto que Benito murió de una paliza, que le rompieron la cabeza y un brazo!
Sentía tener que decírselo, precisamente a él, que me había descubierto el caso, que me había hecho conocer la figura de Benito, sus antecedentes, su tristísima muerte, su asombrosa santificación popular. Pero esa información que él creía novedosa estaba en mis manos desde hacía muchos meses, desde que el hermano menor del soldado de los milagros, José, me la había proporcionado. Y José hacía mucho mucho tiempo que lo sabía. Si no había querido hablar…
--Esa información lo cambia todo… -me dice Pepe emocionado..
--En realidad, Pepe, no cambia nada. Una vez que sabíamos que Benito no se suicidó, cambiar su muerte a tiros por una paliza modifica las circunstancias, pero no lo fundamental de esta historia: saber quienes le mataron y porqué. Y este enigma sigue intacto.
Un manuscrito revelador
Hace meses, en efecto, José, el hermano menor de Benito, me había hecho llegar una fotocopia de cinco páginas manuscritas que había escrito, poco antes de su muerte, un amigo del soldado de los milagros, Gregorio Gil López, apodado Pío.
--¡Sabes que se ha descubierto que Benito murió de una paliza, que le rompieron la cabeza y un brazo!
Sentía tener que decírselo, precisamente a él, que me había descubierto el caso, que me había hecho conocer la figura de Benito, sus antecedentes, su tristísima muerte, su asombrosa santificación popular. Pero esa información que él creía novedosa estaba en mis manos desde hacía muchos meses, desde que el hermano menor del soldado de los milagros, José, me la había proporcionado. Y José hacía mucho mucho tiempo que lo sabía. Si no había querido hablar…
--Esa información lo cambia todo… -me dice Pepe emocionado..
--En realidad, Pepe, no cambia nada. Una vez que sabíamos que Benito no se suicidó, cambiar su muerte a tiros por una paliza modifica las circunstancias, pero no lo fundamental de esta historia: saber quienes le mataron y porqué. Y este enigma sigue intacto.
Un manuscrito revelador
Hace meses, en efecto, José, el hermano menor de Benito, me había hecho llegar una fotocopia de cinco páginas manuscritas que había escrito, poco antes de su muerte, un amigo del soldado de los milagros, Gregorio Gil López, apodado Pío.
El conocido espacio ‘Cuarto Milenio’ pretende dedicarle un amplio reportaje a mediados del próximo mes de enero, un equipo del citado pregrama se encuentra de visita en Melilla, para recopilar toda la información posibles de las personas que acuden a la citada tumba.
Hola llevo años leyendo este blog y sobre este caso he leido muchisimo y he de admitir que es real que este soldado realiza y cumple lo deseos de los melillenses. Pero para mi y mas de uno e de pura intrigaque se resvele de una vez quien ordeno matarle ya que la razon se sabe.
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