Seguramente alguien pudo pensar en Niza que construir un aeropuerto ganando terreno al mar, era algo imposible. Pero, el interés y la necesidad imperaron. Y no solo tienen una, sino dos. Un aeropuerto con destinos tan lejanos como Oriente Medio o China.
Resumiendo, los límites lo ponemos nosotros -los melillenses- en donde queramos. Ampliar la pista de aterrizaje nos hará llegar a medio Europa y poder dar acceso a un tipo de avión que actualmente no podemos.
Si queremos darle un desarrollo turístico a la ciudad de Melilla debemos dar acceso a aeronaves de media capacidad (100-180 plazas) para poder ser competitivos.
El turismo podría ser nuestro mayor motor económico, pero para ello se ha de facilitar los medios y las infraestructuras. La bajada de precios llega gracias a la competencia y para que el turismo llegue a la ciudad hay que acceder directamente a los sitio de origen.
España, nuestro país, es uno de los mayores países receptores de turismo del entorno europeo. Marruecos, nuestros vecinos, también lo son. La pregunta es: ¿qué ocurre en Melilla? Estamos en un agujero negro. La respuesta es: no.
Tenemos posibilidades y se puede alcanzar este estatus turístico y empezar a ser más competentes en nuestro entorno marco.
Nador posee un aeropuerto con vuelos directos al centro de Europa y Gibraltar tiene más de cuatro millones de turistas al año. Cada lugar tiene su idiosincrasia particular y en Melilla no sabemos sacarle partido a nuestras ventajas.
Las objeciones burocráticas y legislativas son mucho más pequeñas que nuestro cambio de chip. Melilla, no es 'different', es nuestra mentalidad la que tenemos que cambiar.
Resumiendo, los límites lo ponemos nosotros -los melillenses- en donde queramos. Ampliar la pista de aterrizaje nos hará llegar a medio Europa y poder dar acceso a un tipo de avión que actualmente no podemos.
Si queremos darle un desarrollo turístico a la ciudad de Melilla debemos dar acceso a aeronaves de media capacidad (100-180 plazas) para poder ser competitivos.
El turismo podría ser nuestro mayor motor económico, pero para ello se ha de facilitar los medios y las infraestructuras. La bajada de precios llega gracias a la competencia y para que el turismo llegue a la ciudad hay que acceder directamente a los sitio de origen.
España, nuestro país, es uno de los mayores países receptores de turismo del entorno europeo. Marruecos, nuestros vecinos, también lo son. La pregunta es: ¿qué ocurre en Melilla? Estamos en un agujero negro. La respuesta es: no.
Tenemos posibilidades y se puede alcanzar este estatus turístico y empezar a ser más competentes en nuestro entorno marco.
Nador posee un aeropuerto con vuelos directos al centro de Europa y Gibraltar tiene más de cuatro millones de turistas al año. Cada lugar tiene su idiosincrasia particular y en Melilla no sabemos sacarle partido a nuestras ventajas.
Las objeciones burocráticas y legislativas son mucho más pequeñas que nuestro cambio de chip. Melilla, no es 'different', es nuestra mentalidad la que tenemos que cambiar.
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