Hacia 16 años que no entraba a Marruecos y al final me convencieron para ir hasta el desierto del Sáhara, y me transporté hasta Merzouga, no antes sin pasar por Fes, Infrane, Midelt, Errachidia y por fin Merzouga, entre otras ciudades, cogimos de todo, niebla, lluvia, nieve, viento, sol y calor, al final del primer día cuando el sol se ponía tuve la suerte de poder hacer esta foto, que por cierto fue la única que mereció la pena porque los días restantes el sol no se puso con ese color anaranjado puesto que estaba nublado y desaparecía entra las nubes oscuras.
Ya se me había olvidado lo pesados que pueden llegar a ser los niños cuando paras para repostar a comer algo o simplemente estirar las piernas un rato, como prueba os dejo la foto de los camellos que te hacen en menos de unos segundos y que te regalan como recuerdo no sin pedirte algo a cambio ¡bombón!,ropa, la gorra, todo vale contar de que les de algo.
Da igual donde pares, nunca veras una casa a 100 km a la redonda pero es parar el coche y salen debajo de las piedras cada vez más y más es inexplicable pero es como lo cuento.
Os iré poniendo fotos del viaje y las comentaré para que conozcáis un poco la experiencia que he tenido en el desierto.
